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Persona de contacto: 
Juan Carlos Diaz
Organismo: 
FAMSI
Teléfono: 
954293229
Dirección: 
AVDA. DE LA CONSTITUCION 24 1º PLANTA
Código Postal: 
41004
Localidad: 
SEVILLA
Provincia (NUT III): 
SEVILLA
Región (NUT II): 
Andalucia
País: 
España
Descripción del proyecto: 
El Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI) es una red de gobiernos locales y otras entidades nacida en el año 2000 para coordinar el interés y los recursos técnicos y financieros destinados a la cooperación internacional para el desarrollo humano local. • Propicia el intercambio de experiencias entre Andalucía y otros puntos de la geografía mundial. • Participa en la elaboración de estrategias autonómicas, nacionales e internacionales de cooperación internacional para el desarrollo. • Vincula a los actores de la cooperación descentralizada local andaluza con los de otros países del sur y del norte, y con comunidades inmersas en procesos de desarrollo socioeconómico, contando con el apoyo de la cooperación internacional. El objetivo del Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional es promover un mundo más justo desde la cooperación de los gobiernos locales y la solidaridad andaluza mediante procesos de coordinación, participación y articulación en red. El trabajo del FAMSI se asienta en el convencimiento de que es necesario trabajar por la consecución de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible contenidos en la Agenda 2030 que quedó aprobada en septiembre de 2015 en la Asamblea General de Naciones Unidas; un texto ambicioso que retoma el espíritu de los ODM y la Declaración del Milenio, pero quiere establecer un nuevo paradigma de desarrollo basado en una triple dimensión: sostenibilidad ambiental, económica y social. 17 objetivos y 169 metas que ratifican las conclusiones de la Declaración de París, para el aumento de la eficacia de la ayuda al desarrollo, profundizadas en 2008 en el Programa de Acción de Accra. Un programa de trabajo hasta 2030 pasado en los Derechos Humanos, que reafirma todos los principios de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, y en función de todo ello, define los principios irrenunciables: universalidad, integralidad, interdependencia, responsabilidad común pero diferenciada, no dejar a nadie atrás, y respeto a los Derechos Humanos. El espacio local, las ciudades y en general, los asentamientos humanos, se incluyen de forma expresa como espacio reconocido para la implementación de los Objetivos, como actor fundamental y aliado en la consecución de entornos más inclusivos. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible recogen el papel del ámbito local en la creación de ciudades y comunidades sostenibles, entre los retos de un ambicioso plan de acción con 17 objetivos y 169 metas económicas, sociales y ambientales para un periodo de quince años. El FAMSI se suma a este nuevo compromiso situando estos objetivos y metas como un referente ineludible de sus acciones de cooperación y solidaridad, y trabajando así en promover la 'localización de estos objetivos y metas', para facilitar la implementación de esta agenda universal sostenible por parte de todos los agentes locales. El Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI) surge en el año 2000, después de un periodo largo de gestación y con una tradición de más de 20 años de trabajo desde los inicios de la cooperación de los municipios andaluces, en la década de los 80. La cooperación descentralizada de los gobiernos locales españoles y andaluces ha sido reconocida internacionalmente como una de las más activas del mundo, no solo por asumir el compromiso de dedicar fondos propios, sino por la riqueza de sus acciones y su vinculación con la participación ciudadana a través de las ONGD y otras organizaciones sociales. En el año 2010, la comunidad andaluza es la primera en el mundo en volumen de fondos propios dedicados a la cooperación internacional, algo paradójico en una comunidad que aún no alcanza la renta media europea. A este proceso se unen la mayoría de ayuntamientos y diputaciones de Andalucía, instituciones cercanas a la ciudadanía, que han decidido incorporar la cooperación y la solidaridad internacional a sus competencias. Aunque la capacidad de movilización y la sensibilización ciudadana han crecido, surgen nuevos retos: la eficacia, la transparencia y la coordinación. Desde el año 2000, el FAMSI ha trabajado desde Andalucía para apoyar y fortalecer la cooperación impulsada desde los gobiernos locales andaluces, convirtiéndose en el mecanismo de articulación de ayuntamientos y diputaciones con otros actores. El convenio entre la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (FAMSI) ratifica su reconocimiento como una “agencia” de cooperación de los gobiernos locales andaluces, útil para fomentar la coordinación con la Junta de Andalucía y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), para fomentar la interlocución con las ONGD, a través de la Coordinadora Andaluza de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo (CAONGD) y para incorporar a los gobiernos locales andaluces a redes nacionales, entre las que se encuentra la Confederación de Fondos de Solidaridad (CONFOCOS) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y organismos e instituciones internacionales como Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), el Foro de Autoridades Locales (FAL), el Foro Social Mundial, la Comisión Europea y las Naciones Unidas. Que hacemos, Cooperación Internacional al Desarrollo Humano. La cooperación para el desarrollo es una expresión de la solidaridad de la sociedad andaluza con los pueblos empobrecidos. Es un compromiso social y político a escala nacional, autonómica y local. Los ayuntamientos y las diputaciones, como entidades más cercanas a la ciudadanía, deben facilitar su participación, apoyando las iniciativas solidarias a través de sus organizaciones sociales y económicas. La cooperación internacional para el desarrollo es un compromiso social y ciudadano que se realiza de acuerdo a los siguientes principios: • Defender un modelo de desarrollo socialmente justo, que fomente la redistribución de la riqueza y ofrezca garantías de bienestar para la Humanidad. • Trabajar por un modelo de desarrollo ambientalmente sano que proteja la naturaleza, garantizando la utilización de los recursos de forma sostenible y su preservación para las generaciones futuras. • Reclamar los derechos humanos individuales y colectivos, comenzando por el derecho a la vida, la salud, la educación y el empleo. • Apoyar medidas, acciones y propuestas contra el racismo y la xenofobia, y a favor de la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres. Desde su creación, el FAMSI ha impulsado programas de cooperación en más de 40 países con campañas de ayuda humanitaria (Haití, campamentos saharauis, sudeste asiático, Palestina), programas de desarrollo (Centroamérica, Marruecos, Mozambique, Malawi, Mauritania, Bolivia, Ecuador, Cuba), programas de sensibilización (municipios solidarios, cine Andalucía Solidaria, exposiciones de fotografía, Derechos Humanos, Objetivos del Milenio, FAMSI contra la trata de personas), y programas de incidencia en políticas internacionales (ART PNUD, Foro de Autoridades Locales, “Assises” en la Unión Europea). Para ello ha contado con la participación de más de 200 ayuntamientos andaluces, la participación de más de 100 entidades colaboradoras, y el apoyo del gobierno de Andalucía, del Gobierno de España, de Cajas de Ahorro, de la Unión Europea y de Naciones Unidas. Incluso con el apoyo de otros países como Brasil o Marruecos. Millones de personas se han visto beneficiadas directa o indirectamente de estos programas bajo el emblema de "Andalucía Solidaria", programas que han generado, además, más de 100 puestos de trabajo en cooperación internacional de jóvenes andaluces, en diferentes momentos. La cooperación al desarrollo del FAMSI, en los últimos años, se ha propuesto: 1. Ejecutar los programas comprometidos, mejorando la eficacia y la optimización de todos los recursos a su alcance. 2. Mejorar la visibilidad y la información a través de todas las herramientas de información y comunicación que posee, generando otras nuevas monográficas y especializadas. 3. Continuar generando propuestas que den continuidad a programas iniciados en colaboración con la AACID, la AECID, la Unión Europea y otros socios y alianzas. 4. Concentrar el trabajo en ámbitos regionales que agrupen las posibilidades de cooperación integral y acompañamiento técnico, y permitan la definición de estrategias territoriales a largo plazo. En los últimos dos años, estos han sido Caribe, zona andina, Magreb y África Subsahariana/oriental. 1. Región Marruecos, Senegal, Mauritania: potenciando acciones de cooperación transfronteriza, sur-sur, desarrollo económico local y gestión de servicios. 2. Caribe: Cuba, República Dominicana y Haití: actuando en programas regionales de desarrollo económico local y potenciando la frontera dominicano – haitiana como eje vertebrador de la acción en la isla. Las actuaciones post-terremoto en Haití finalizaron en 2013 con la inauguración de diversas infraestructuras y en especial el Mercado de Fond des Blancs y los equipamientos sociales de Fond Verettes. Igualmente se licitó y ejecutó gran parte del Centro de Salud de Belladere, cuya entrega se realizó durante 2014. 3. Zona andina: fundamentalmente en Bolivia y Ecuador, en temáticas de desarrollo rural y desarrollo económico local que actúen a nivel territorial y a nivel de políticas nacionales. 4. África subsahariana-oriental: principalmente Malaui y potencialmente Mozambique. La cooperación del FAMSI, también en tiempos de crisis, se apoya en el 80% de la ciudadanía andaluza que respalda estas políticas, sin dejar de lado las iniciativas de solidaridad interna, pero teniendo muy presente que los intercambios en alianzas internacionales son una política pública que los ayuntamientos y diputaciones pueden llevar a cabo trasladando y propiciando el aprendizaje de las mejores experiencias en buenas prácticas y políticas públicas, y sin olvidar que existe una responsabilidad en las administraciones públicas con los colectivos más vulnerables, dentro y fuera de nuestro territorio. Desarrollo Local. Desarrollo Local - Desarrollo Territorial es un enfoque que ha ido tomando fuerza en los últimos años como oportunidad para promover el desarrollo humano a partir del protagonismo del territorio. Frente a las corrientes que pusieron especial énfasis en la necesidad de captar inversiones externas o promover economías de enclave que a la larga se han demostrado devastadoras para los territorios, o las que se aproximan al desarrollo desde enfoques puramente sectoriales, la propuesta del desarrollo local parte del siguiente principio: el desarrollo humano tiene una especial oportunidad a partir del protagonismo de los actores del territorio (institucionales, sociales y económicos) que, a partir del análisis de sus fortalezas y debilidades, y con una visión integral, pueden elaborar estrategias de desarrollo de largo recorrido que aprovechan sus recursos endógenos y saben orientar su esfuerzo en captación de recursos externos para iniciativas inclusivas, duraderas y sostenibles. Podemos considerar como componentes del desarrollo local: • Desarrollo social: no hay bienestar si no existen condiciones de vida básicas resueltas: acceso al agua, al techo, a la salud, a la educación, a la participación. • Desarrollo institucional: no hay bienestar en el territorio si no existe un desarrollo institucional, gobernanza con capacidades, que regule, vigile, promueva la inclusión , la sostenibilidad, la equidad, la identidad. • Desarrollo sostenible: no hay posibilidad de bienestar del territorio sin estrategias de preservación de los recursos para las generaciones venideras, sin políticas de consumo responsable y de desarrollo energético con fuentes renovables. • Desarrollo económico: no hay bienestar en el territorio sin empleo. Sin empleo no hay población. Las estrategias de desarrollo económico son vitales para garantizar el acceso a los servicios, a la participación, al ocio, al buen vivir. Todos estos componentes así mismo cuentan con transversales como las políticas de igualdad, las de participación ciudadana y la defensa de los derechos humanos en su conjunto. Para el FAMSI el Desarrollo Local es un ámbito de actuación muy importante tanto en sus programas de cooperación internacional o de incidencia política como en sus programas de fomento del municipalismo y la inclusión social dentro del territorio de la comunidad andaluza. El FAMSI incorpora el Desarrollo Local como una de sus prioridades más destacadas en sus propuestas de cooperación para el desarrollo en otros países, en sus componentes social, institucional, económico o de sostenibilidad. Iniciativa de desarrollo local con apoyo de Famsi han sido puestas en marcha en países como Bolivia, Ecuador, Uruguay, Dominicana, Haití, Cuba, Marruecos, Mauritania, Malawi, Mozambique o Sri Lanka, entre otros. Igualmente otras iniciativas han sido puestas en marcha dentro del territorio de Andalucía en colaboración con ayuntamientos, diputaciones y otras entidades asociadas, con la Comisión Europea, con la Junta de Andalucía y con GDR (Grupos de Desarrollo Rural), en sectores como turismo sostenible, internacionalización del territorio o fomento de la economía social y solidaria. Asimismo, participa en redes nacionales e internacionales y preside el Grupo de Trabajo de CGLU (organización mundial de ciudades) sobre Desarrollo Local) y forma parte del Comité Ejecutivo del Foro Mundial de Desarrollo Económico Local. Inclusión Social. La UE define la inclusión social como un “proceso que asegura que aquellas personas que están en riesgo de pobreza y exclusión social, tengan las oportunidades y recursos necesarios para participar completamente en la vida económica, social y cultural disfrutando un nivel de vida y bienestar que se considere normal en la sociedad en la que ellos viven”. Pone énfasis en el derecho de las personas de “tener una vida asociada siendo un miembro de una comunidad”. Las fronteras de exclusión son amplias y diversas. Desde la exclusión por acceso a recursos económicos, pobreza, hasta la exclusión por razón de género, pasando por por nacionalidad, raza o etnia, por ser inmigrante, por ser joven, por ser limitado en capacidades físicas o psíquicas, por dificultada de acceso al agua, a la vivienda, a la educación, a la alfabetización digital, etc. La inclusión social afecta a personas o colectivos de personas de una comunidad, mientras que el desarrollo humano se suele medir en una comunidad, o territorio, en su conjunto. Ambos colocan a las personas como el centro de su preocupación, más allá del bienestar material. Las políticas de inclusión social corrigen los resultados negativos de las políticas, sean éstos intencionales (discriminación sistemática) o no intencionales (fracaso en reconocer el impacto diferencial de las políticas sobre los individuos o grupos). La inclusión social tiene especial atención en la prácticas de cooperación internacional e incidencia en políticas del FAMSI. De tal manera que en el desarrollo de su acción desde la fundación en el año 2000, innumerables acciones han ido dirigidas a promover la inclusión social: proyectos de acceso al agua potable en barriadas, comunidades; apoyo a la participación de la mujer en la vida social, apoyo a la inserción laboral de jóvenes, apoyo a damnificados por catástrofes naturales, formación en el uso de nuevas tecnologías, etc. Estas acciones o proyectos han afectado positivamente a territorios muy diversos como la frontera de Haití y República Dominicana, provincias de Holguín, Pinar del Río y Habana Vieja en Cuba, Región de Tánger Tetuán en el norte de Marruecos, región de Brakna en el sur de Mauritania, región sur de Sri Lanka afectada por el tsunami y otras en diversas partes del mundo. También en el ámbito de acción de la incidencia política, la inclusión social ocupa una prioridad. De tal manera, el FAMSI asume la vicepresidencia de la comisión de inclusión social, democracia participativa y derechos humanos de CGLU, donde se han aprobado a nivel mundial diversas declaraciones importantes en esta materia, como es el caso de la Carta del Derecho a la ciudad. Por tanto, La Inclusión Social forma parte de las prioridades de trabajo de la entidad y está presente en su actuar en la cooperación para el desarrollo, en la promoción del desarrollo hacia el interior de Andalucía, en su trabajo con redes internacionales de incidencia política y en la propuestas apoyadas por socios o por entidades financiadoras (Junta de Andalucía, Gobierno de España, Comisión Europea, Naciones Unidas y otras). Incidencia en políticas. Desde sus comienzos, el FAMSI ha sido consciente de la capacidad de incidencia política y social que tenían sus acciones, partiendo de su capacidad como red municipalista que agrupa a gobiernos locales y provinciales, además de redes de actores sociales diversos. Además, ha visto en este hecho la oportunidad de trabajar en el fomento y la generación de conciencia crítica en relación con las causas de la pobreza y la desigualdad, la promoción del debate y el intercambio de experiencias. Han sido muy diversos los medios que se han puesto en marcha para lograr este fin: la celebración de eventos, la convocatoria de campañas de solidaridad y la sistematización de resultados de proyectos y programas de desarrollo humano social y el desarrollo de medios de comunicación propios, entre otros. Estas actividades han ido destinadas a promover la consolidación de redes de ámbito andaluz, de ámbito nacional o de ámbito internacional. Trabajar en el fomento de redes y en la incidencia social y política parte de la convicción de que no es eficaz abordar la misión de la cooperación internacional para el desarrollo sin que esta sea acompañada por una sociedad convencida de su necesidad, y sin hablar de la coherencia de políticas más influyentes (comerciales, financieras, migratorias, de igualdad, de inclusión social). Partimos desde la fortaleza de un gobierno local, institución más cercana a la ciudadanía, y un colectivo social, representante de la voluntad de la sociedad civil organizada. Pero reconocemos una de las debilidades más importantes: su capacidad limitada de incidencia si actúa de forma aislada. Esta limitación se compensa con el trabajo en red que permite superar esa visión de que un gobierno local o un colectivo social solo puede actuar de manera “micro”. El trabajo en red permite incidir en las grandes políticas que afectan al desarrollo y poner en marcha iniciativas de sensibilización ciudadana de mayor calado. Más de quince años de experiencia han contribuido a lograr una red de gobiernos locales y provinciales con capacidad de coordinación, y experiencias que han enriquecido la capacidad de acción y generación de iniciativas. Son diversas las temáticas que han ocupado esta labor de incidencia social y política. Entre otras: • la cooperación internacional como política pública. La defensa del 0,7% del presupuesto público dedicado a la cooperación internacional no compite con la necesidad de plíticias de inclusión social y desarrollo local hacia el interior de Andalucía y sus municipios. • fortalecimiento institucional. No hay posibilidad de desarrollo humano inclusivo sin instituciones próximas a la ciudadanía con capacidad para generar participación, gestionar programas, procurar la equidad, articular la complementariedad de los actores. • Igualdad, sostenibilidad, derechos humanos. Son temáticas transversales para cualquier proceso de desarrollo que no puede obviar el enfoque de género, el enfoque de sostenibilidad o el enfoque de derechos humanos. • Defensa de la paz y la soberanía. Vivir en paz en condición sine qua non para posibilitar del desarrollo humano. El fomento de la paz justa es tarea también de los gobiernos locales implementando la diplomacia complementaria de las ciudades. • Desarrollo humano local y sostenible. La incidencia social y la incidencia en grandes políticas que apoyen el enfoque territorial del desarrollo debe formar parte de la agenda prioritaria de los gobiernos locales. Reivindicar su fortaleza como actor del desarrollo con especiales capacidades y reivindicar el territorio como escenario en el que se deben coordinar las políticas y los actores del desarrollo. En este terreno de la incidencia política, el FAMSI ha aportado de manera muy significativa y reconocida internacionalmente en el fomento de redes como CGLU, Foro de Autoridades por la Inclusión Social, Foro Mundial de Desarrollo Local, Red por la Paz en Oriente Próximo, y otras, y en la alianza con diversas agencias de Naciones Unidas como UNRWA, HABITAT o PNUD.

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